La Casa d'a Troya forma parte desde hace seis decenios del acervo culinario madrileño
Hace menos de 10 meses llegó la dura noticia: Pilar Vila se jubilaba, la Casa d’a Troya cerraba. El disgusto se vio pronto mitigado por una noticia sorprendente: sus hijos y su yerno iban a abrir un establecimiento que mantendría vivo el espíritu de la Casa, adaptándolo a los nuevos tiempos y con nuevo nombre que quería expresar esa continuidad: 1966 Restobar Casa da Troya.
Lleva, pues, pocos meses esta casa sucesora, y para quien no conozca este nuevo y remoto barrio de Valdebebas -ya saben, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, el hospital Zendal-, aprenderse el camino es algo complicado. Pero con un buen GPS estamos en 20 minutos en el local moderno, alegre, más informal que la segunda Casa. En la carta nos reafirman que pretenden no olvidar su pasado y proyectarlo hacia el futuro.
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